Con frecuencia aparecen noticias en los medios de comunicación, escritos y hablados, sobre empresas que han tomado la decisión de salir al exterior en busca de nuevos horizontes donde expandirse y buscar nuevas oportunidades para su negocio, pero podemos preguntarnos ¿porqué lo hacen, que es lo que les impulsa a salir en la búsqueda de nuevos mercados?.
Es necesario tener en cuenta que nos encontramos en un mundo cada vez más global en todos los ámbitos, no sólo en el económico, donde, incluso desde las administraciones, se insta y se apoya hacia la internalización, debido a la necesidad creada de exportar para alcanzar nuevos mercados en otras regiones y/o países.
Son variados los motivos que pueden impulsar la salida de empresas a mercados exteriores, pero se pueden concretar e identificar 10 razones para hacerlo:
- La existencia de un mercado nacional saturado.
- La necesidad de aumentar las ventas y el beneficio.
- Diversificar el riesgo.
- Mejorar la imagen de la marca o empresa.
- Establecimiento de alianzas estratégicas.
- Optimizar nuestros recursos financieros y productivos.
- Economías de escala.
- Surgimiento de nuevos nichos de mercado.
- Mejorar nuestra capacidad competitiva y mantenerse en la vanguardia
- Obtener beneficios fiscales.
No obstante, aunque estos motivos sean convincentes, el proceso que se requiere para hacerlo necesita de una gran meditación, porque cualquier empresa que este valorando esta posibilidad, sea cual sea su razón, debe tener en cuenta que la exportación y la internacionalización supone un procedimiento que conlleva tiempo y esfuerzo.
Antes de tomar la decisión de exportar tenemos que analizar las propias posibilidades, la capacidad (económica, técnica, humana…), para asegurarnos de que podemos contar con las cualidades necesarias, tales como la paciencia, la fuerza y la perseverancia, para poder lograr nuestros objetivos, sin olvidar que es requisito indispensable tener a nuestro alcance la formación, las herramientas y el asesoramiento necesario para garantizar el éxito, pues cada mercado es un mundo en sí mismo y está lleno de complejidades ante las que hay que estar preparados.